miércoles, octubre 31, 2007

11 M

No queda mucho que decir sobre uno de los episodios más negros de la historia moderna de España. Me quedo con esta imagen, de Romeu, en El Pais.

11-MRomeu

martes, octubre 30, 2007

Braga - Guimaraes

Tras una apresurada planificación un par de días antes, que consistió básicamente en la reserva del hotel en Braga, nos lanzamos a disfrutar a fondo de "la cuna de Portugal".

Los braguenses son gente muy reservada, con un carácter muy peculiar, que puede llegar a resultar incómodo y arisco en muchas ocasiones. La clave, descubierta a golpe de numerosos rechazos, consiste en acercarse a ellos al estilo gallego, como si en realidad no estuvieras, sin hacerte notar demasiado. Rota la barrera, llegamos a la faceta humana del braguense: con posos, muchos posos, igual que la ciudad.

Demencial la entrada a la ciudad en coche, como de costumbre en las grandes ciudades portuguesas (toda población con más de 50.000 habitantes). Tras atravesar un largo túnel urbano que desembocaba en el centro, aparcamos donde pudimos y nos dejamos guiar por el TOM-TOM hasta nuestro hotel, que estaba situado en el centro de una galería comercial.

Nuestra primera visita fue al monte do bom Jesus, en una de las montañas que rodean Braga, que está en el centro de un hermoso jardín de bosques. En mitad de la subida, no pudimos dejar de detenernos a contemplar el paisaje en un mirador. De pronto, al darnos la vuelta, descubrimos esta hermosa vista:

Bom_Jesus

Dejamos el coche y subimos a pie las escaleras que nos llevaron hasta la iglesia. Cada uno de los descansillos de la escalera recibe el nombre de "estación", y está cuidadosamente decorado con fuentes con figuras humanas y de animales que manan agua de la nariz, orejas, barriga, etc. Más allá del santuario, continuando la subida, nos encontramos con un hermoso bosque, en el que de forma muy natural se habían añadido pequeños espacios: lagos, jardines, etc.

Bom_Jesus3

Al día siguiente, domingo, seguimos nuestra andadura en Guimaraes, "la cuna de Portugal". En esta ciudad están los orígenes de la nación portuguesa, y eso se nota también en sus habitantes, con los que uno ha de ser más cuidadoso aún que con los de Braga; mención aparte las sencillas y simpáticas gentes de los suburbios, con los que no es necesario seguir ningún tipo de protocolo de acercamiento.

Guimaraes_Centro

De nuevo, un santuario en una de las colinas que rodean Guimaraes, y circundando el santuario, jardines aquí y allá. La Iglesia, centro de la vida política y social de un importante sector de la población. También en el centro de Guimaraes se deja notar esa influencia.

Guimaraes_Largo_3

Con un estupendo sabor de boca, dejamos el norte de Portugal y emprendemos el regreso a tierras extremeñas, accidentado regreso intentando descubrir nuevos pueblecitos por el camino, evitando las caras autopistas de peaje. Repostamos por última vez en tierras lusas a las 10 de la noche del domingo. Atravesamos la frontera española a las 11 menos 10 y la población más cercana (con gasolinera) se encontraba a más de 30 km. La estupenda costumbre de cerrar la mayoría de gasolineras a las 10 u 11 de la noche nos hizo recorrer 120 km en reserva. Milagrosamente, conseguimos llegar a Cáceres sin problemas. Un viaje totalmente recomendable.

lunes, octubre 15, 2007

La fiesta Nacional

Algunos se empeñan en que otros muchos se avergüenzan de ser españoles. No lo creo. Interesante el texto de Rafael Reig en Escolar sobre el asunto:


Ah, o sea, que es la hispanidad lo que celebran. Ni la más remota idea. Yo pondré un disco de Paco Ibáñez cantando a Brassens: “En la fiesta nacional, me quedo en la cama igual; la música militar nunca me supo levantar”. Celebrar que uno es español (o esloveno) me parece una señal inequívoca de cretinismo. No entiendo qué se celebra. Menos mal que Rajoy ha salido del armario y ha proclamado su opción nacional “sin aspavientos, pero con orgullo”. Así lo ha convertido en un Día del Orgullo, como si los españoles fuéramos, en España, una minoría y víctimas del rechazo. Alucinatorio, claro.

¿Frente a quién proclaman el orgullo de ser español? ¿Frente a esos pobres esquimales que sufren la desdicha de no haber nacido en Calahorra? Según Mariano, se trata de que “todo el mundo sepa lo que los españoles sentimos por España”. Vale, pero los españoles ya sabemos lo que sentimos, ¿no?, así que sin duda quiere demostrárselo a los bosquimanos, finlandeses, magrebíes y otros desinformados. ¡Se van a enterar! Lo que un tanzano siente por Tanzania nada tiene que ver con lo que Rajoy siente por España. No hay color.

Rajoy, además de salir del armario, promueve el outing: quiere que los demás “hagan algún gesto que muestre lo que guardan en su corazón”. Cursilerías aparte, ¿de qué habla? ¿De guiñar un ojo? ¿Contonearse patrióticamente? ¿Cómo demostrar que entiendes, que no desdeñas las experiencias patrióticas (hay que probarlo todo)? ¿Se propone acaso Mariano desenmascarar a esos patriotas que aún no se atreven a declarar en público su condición? Delirante. Igual que lo de Zapatero. ¿Que se quieren apropiar de la bandera? Que les aproveche y, de propina, se llevan a mi suegra. ¿No le produce a usted desaliento ver a socialistas defendiendo fruslerías como la bandera, la patria y la Corona? A mí, sí. Hoy, me quedaré en casa, bebiendo whisky a sorbitos y jugando con mi hija, mientras pasan las carrozas (y los tanques) del Día del Orgullo. Les respeto. No son enfermos. Su opción patriota es tan respetable como otra cualquiera y muchos de mis mejores amigos son patriotas.

miércoles, octubre 10, 2007

Estereotipos

El famoso vídeo de las juventudes socialistas ya tiene respuesta. Sinceramente, a mí me hacen gracia los dos. No son más que eso, parodias, perfiles aumentados y caricaturizados de la izquierda y la derecha. Hay que verlo simplemente como eso, con sentido del humor.