martes, septiembre 27, 2011

Conciencia de clase

Sí existen las clases. Y yo soy de clase obrera. Porque mi única posesión es mi trabajo. Ellos lo saben, por eso se preocupan tanto de crear mentalidades cainitas, de esclavo. No de obrero, que es lo que somos. De esclavo. Para que nos matemos entre nosotros, dejando que el verdadero enemigo se vaya de rositas. Desgraciadamente, en España sabemos bastante de cainismo.

Mentalidad de esclavos

jueves, septiembre 15, 2011

Manipulación

Resulta algo tan burdo, tan vomitivo, que me cuesta creerlo. ¿Estas cosas, ocurren de forma tan descarada como cuentan en esta entrada?

Manipulación Telemadrid

martes, septiembre 06, 2011

Sacrifícate tú, que yo no puedo

Rosell pide a los funcionarios que se sacrifiquen ellos. Y la coz a los funcionarios la da porque ha surgido en España el debate de que los "ricos" paguen más. Atención: no los empresarios, sino los ricos. Se ve que no recuerda que desde mayo de 2010 los funcionarios han visto mermados sus sueldos un 5% de media (hasta un 10% los más cualificados, no políticos). Y éste señor sale con éstas, diciendo que los privilegiados de verdad no son los ricos, sino los funcionarios. Parece que la cúpula de la CEOE vuelve a estar ocupada por otro sinvergüenza.

lunes, septiembre 05, 2011

34

Hoy (ayer). 34 añazos. Ha sido un fin de semana lleno de buenos momentos, que dan para reflexionar, ahora que estoy tumbado en la cama. El sábado por la mañana, muy tempranito (las 9 de la mañana es temprano para un sábado) mi hermano José y yo ayudamos a mi padre a recolectar la pequeña cosecha de uvas que tiene en su huertecito. Nos convertimos en vendimiadores, por un día. Terminé con el dedo gordo de la mano derecha un poco agarrotado y dolorido, justo en la zona en la que éste agarra las tijeras con las que hay que cortar los racimos de uvas de las parras, uno a uno... ¡hay que ver lo escondidos que están algunos!

Hoy (ayer), recibí la visita de la familia y algunos buenos amigos (otros no vinieron, por diferentes motivos, pero me acordé de todos ellos). Preparé algo de comida y unos postres: ¡el pastel de calabaza quedó realmente rico!

A punto de terminar el día, hablando con Conx, que llamó para felicitarme, saboreé algunas de las palabras que le dije: "no necesito nada más que lo que tengo en este momento" Y qué suerte tengo. ¡Qué suerte!