jueves, agosto 30, 2007

Marruecos: Marrakech y Casablanca

Cuando uno piensa en Marruecos, lo hace en tonos amarillos. Del color de la arena. Y rojizos, como el barro. Pero también son colores de Marruecos el verde de los árboles, el blanco de la nieve, el azul del agua y del cielo, y los múltiples colores de los frutos y frutas tan abundantes.

Marrakech, comocida como "la ciudad roja" queda en el centro-oeste de Marruecos. Ciudad de 1.5 millones de habitantes, muy manejable, fácil de recorrer, sorprende por el contraste de los barrios del zoco (zona centro) y las amplias avenidas de la periferia.

Koutubia

La Koutubia, en la foto de arriba, es una de las joyas de Marrakech. Parece que los símbolos tópicos siempre decepcionan al turista, pero no es este el caso. Situada al comienzo de la enorme plaza de Djemaa el Fna, rodeada de hermosos jardines, la Koutubia se yergue altiva, consciente de su belleza.

La amplitud, el desahogo, terminan en las calles del zoco, en la medina de Marrakech. Laberinto infinito repleto de tiendas que venden de todo, absolutamente de todo. A destacar que los marroquíes son expertos falsificadores de géneros como ropa, calzado y relojes. Sorprende también, mientras uno va recorriendo estas callejuelas, el enorme bullicio, el ir y venir constante de gentes en sus tareas cotidianas: visitas al peluquero, a la tienda de la esquina, a ver a una vecina, etc. Sorprende también la cantidad de motos que circulan por estas callejuelas, en realidad el único medio de transporte útil en la medina, junto con la bicicleta y el burro. Y sorprende también, no sólo en Marrakech, sino en todo Marruecos, la baja edad media de la población. En la medina, nos hicimos de los servicios de un amable guía que nos llevó a la zona de curtidores, área en la que se tratan y tiñen pieles de vaca, oveja y cabra. El olor es fortísimo, creo que jamás he olido nada más fuerte y desagradable, quizás por eso, a la entrada, grupos de mujeres nos ofrecían ramos de hierbabuena que acercábamos prestos a nuestras narices para mitigar los efluvios de las pieles lavadas con guano de gaviota.

Curtidores

Más allá de Marrakech, era nuestro objetivo descubrir algunas otras zonas de Marruecos. Nos decidimos primero por Casablanca, más adelante por Essaouira y, por último, Ouarzazate.

La ruta de Marrakech a Casablanca, a unos 250 Km, se hace sin ningún problema gracias a la nueva autovía (gratis). Es fácil entrar en Casablanca si uno tiene como referente la costa. Y en la costa, nos encontramos con una obra monstruosa, capricho del rey Hassan II: la conocida como "mezquita de Hassan II". La calaña del dictador no es óbice para admirar una obra que, a mi parecer, sí que es para destacar.

Hassan II

Por la noche, después de un largo día recorriendo las calles de Casablanca, tomando tés e intentando bañarnos en una playa enorme con un agua gélida, llegó la hora de volver a Marrakech. Básicamente, la idea consiste en volver por el mismo camino por que que fuimos. Sencillo, ¿no?. No. No contábamos con que en Marruecos, las noras nocturas son hora punta. Las avenidas principales estaban abarrotadas de coches y motos que salían de todas partes y que se colocaban, literalmente, en cualquier hueco que encontraban. De 3 carriles, hacían 5 ó 6. Realmente, cada uno de ellos conducía como si no hubiera nadie más en la vía. Solución: liarse la manta a la cabeza y tirar p'alante. Total, el coche era alquilado. Con el susto en el cuerpo, salimos sanos y salvos de Casablanca y tomamos la autovía que conducía a Marrakech y que, sorprendentemente, sin aviso previo, nos desvió de nuestra ruta unos 100 kilómetros sin que ninguno de los ocupantes del vehículo lo notara hasta que comenzamos a transitar por carreteras secundarias que nada tenían que ver con la idea que todos teníamos de lo que era o debía ser una autovía... al cabo de 4 horas de viaje, de madrugada, llegamos al hotel, extenuados, pero a salvo y listos para ir a Essaouira al día siguiente ...

miércoles, agosto 22, 2007

No puedo dejar pasar esto ...

Me encanta la Caballé. Descubro gracias a Mi gato Calcetines este aria maravillosa de la ópera Il Trovatore. Lo mejor, los pianísimos. ¿Que qué es un pianísimo? Es cantar con el mínimo chorro de voz posible, lo más cercano a cantar sin voz, lo que comúnmente se conoce cantar con un "hilo de voz". En eso, y en muchas otras cosas, pero sobre todo en eso, la Caballé era la reina.



la letra:


Timor di me?... sicura,
presta è la mia difesa.

(I suoi occhi figgonsi ad una gemma
che le fregia la mano destra.)


In quest'oscura notte ravvolta,
presso a te son io,
e tu nol sai...
Gemente aura che intorno spiri,
deh, pietosa gli arreca
i miei sospiri...
D'amor sull'ali rosee
vanne, sospir dolente:
Del prigioniero misero
conforta l'egra mente...
Com'aura di speranza
aleggia in quella stanza:
Lo desta alle memorie,
ai sogni dell'amor!
Ma deh! non dirgli, improvvido,
le pene del mio cor!

¿Temor por mí?...
Segura y pronta es mi defensa.

(Sus ojos se fijan en una sortija
que lleva en la mano derecha)

En esta oscura noche,
junto a ti estoy tú no lo sabes...
Brisa que silenciosa soplas.
¡Ay!, piadosa,
llévale mis suspiros...
Del amor sobre las alas rosadas vete,
suspiro doliente;
del mísero prisionero
consuela la triste mente...
Como aurora de esperanza
refresca aquella estancia:
Despierta su memoria
a los sueños de amor
pero, ¡ay!, no vayas a decirle,
por descuido,
las penas de mi corazón.


P.D.: El tipo al que ella le canta está preso y condenado a muerte.

martes, agosto 07, 2007

Esperanza en una crisis

A vueltas con el tema inmobiliario, que es mucho más amplio que lo estrictamente inmobiliario, leo un nuevo término: esperanza en una crisis. Se refiere a lo que muchos jóvenes (25-35 años) llegan a sentir/desear tras largos años de peregrinaje por los campos de la explotación laboral en españa (sueldos precarios, horarios precarios, etc.): esperanza en que la crisis que ha de llegar, llegue cuanto antes, y ponga a cada cual en su sitio, basándose en que ellos ya están en crisis (lo han estado muchos años) y que, ahora, la crisis le toca a otros.

Leído en: Burbuja Inmobiliaria