viernes, septiembre 10, 2010

Una reflexión sobre los sindicatos

Han tardado mucho en moverse en esta crisis, que les ha pillado con el paso cambiado (demasiado favoritismo y concesiones al gobierno socialista). Tienen poca credibilidad. No se movilizaron en la huelga de funcionarios porque no querían "desgastar" al gobierno en ese momento, provocando su rotundo fracaso. Reciben críticas feroces de todas partes, muchas de ellas justificadas. Y, cada vez más, se oyen voces que hablan de la inutilidad absoluta de los sindicatos. De cualquier tipo de sindicato.

Sí, puede que sean nidos de vagos que piden bajas en sus centros de trabajo para luego no dar palo al agua en el supuesto servicio que deberían ofrecer a sus representados (al menos en la función pública ocurre así: son famosas las "bajas sindicales", que consisten en que un funcionario deja su puesto de trabajo para hacer labores sindicales, siendo ocupado el puesto vacante por otro interino). Sí, muchos son pesebreros de los gobiernos de izquierdas y reaccionan de forma virulenta ante cualquier medida que pueda tomar uno de derechas (si estuviera gobernando el PP, ya habrían ardido varias ciudades españolas). Sí, hay que mejorar muchas cosas de los sindicatos, pero es vital defender la función que tienen de defender los derechos de los trabajadores. Y cada vez me gusta menos la campaña de desprestigio que están sufriendo. Cada vez me gusta menos oír a "currantes" decir que los sindicatos (TODOS) no valen para nada. No me gusta nada.