Casi todos los hipotecados, sacando a la luz su espíritu especulador, acaban planteándose esta pregunta. En la época claramente alcista que hemos vivido estos últimos 10 años, la respuesta no hacía sino provocar una sonrisa "de nuevo rico" alegrándose de lo mucho que se revalorizaban sus casas. Y ahora, empiezan a preocuparse un poco, aunque en el fondo sigan creyendo que eso de que los pisos bajen es una tontería.
Supongamos que tu casa, querido hipotecado, tiene 90m2, 3 habitaciones, 2 cuartos de baño, una terraza en el comedor y un lavadero en la cocina. Te diré que tu casa vale
exactamente lo mismo que otra de 90m2, 3 habitaciones, 2 cuartos de baño, una terraza en el comedor y un lavadero en la cocina. Te diré, querido hipotecado, que lo único que vale 50 millones de pesetas son 300 mil euros.
Mientras los gobiernos callan, y unos pocos hacen negocio y viven en hermosos chalets comprados con "hipotecas puente"; una legión cada vez más numerosa de ciudadanos sigue teniendo la esperanza de que los precios caigan al menos un 50%. !Qué triste es ver cómo muchos de "la clase media/nuevos ricos inmobiliarios" se escudan en que una bajada de tal magnitud sería un desastre para la economía, cuando en realidad lo que quieren decir es que no están dispuestos a que su casa "pierda valor"! Muchos, demasiados, no quieren que los pisos bajen ni un 10, ni un 5 ni un 0%. Lo que quieren es que sigan subiendo, pese a quien pese. Acabadas la justicia intergeneracional y la confianza en el gobierno para la justicia social, ¿qué nos queda? Esperar a un ajuste del mercado. A un ajuste brusco. Si nadie compra, no hay otro escenario posible. Mientras esto llega, los dóbermans del sistema hacen esfuercos (des)informativos vergonzantes para que los ciudadanos sigan hipotecándose y manteniendo el espejismo, para que sigan "manteniendo la confianza". Los demás no cuentan.