lunes, septiembre 03, 2007

Raro

Dentro de una hora, se cumplirán 30 años desde el día de mi nacimiento. Los que me conocen saben de mi sensibilidad ante el paso del tiempo. Yo trato de transimitirles que la angustia tiene poco, muy poco peso en la avalancha de sentimientos que se producen en mi en estos días. He de decir que a lo largo de estos años he sido moderadamente feliz. Pero los recuerdos lejanos vienen a mi mente cada vez más nítidos:

- Hace 12 años que comencé la universidad. Tenía 18 años y todo era maravilloso. En el primer año conocí a muchos de los que ahora son mis amigos. El tiempo me ha ido separando de algunos de ellos, especialmente de Sonia, a la que veo cada vez menos. Y a la que cada vez añoro más.

- Hace 12 años del verano en el Algarve, con mis primos.

- Hace 16 años que comencé el instituto. Allí conocí al genial Rufo, a quien aprecio realmente. Y a Raúl, con el que poco a poco intento retomar más contacto.

- Hace 18 años que nos mudamos a Cáceres. Recuerdo perfectamente a mi padre, en la noche anterior a mi primer día de cole en Cáceres, entrando sigilosamente en mi habitación. Se colocó en la cabecera de mi cama, me dio un beso y me dijo que no estuviera nervioso, que todo iría bien.

- Hace 20 años de los felices días de Malpartida. De las aulas con estufa de leña que don Ramón alimentaba cada mañana de invierno. De los gorros y las bufandas, y los charcos llenos de hielo y escarcha. De las inmensas tardes de verano, acarreando moras camino de la piscina o yendo detrás de los perros. De los domingos paseando, cogido de la mano de mi abuelo. De tantos amigos de los que ahora no sé nada: Rubén, Raúl, Felipe, Miguel, Jorge, Óscar, Jorgito, ...

- Hace 22 ó 23 años de los días de Herrera. Del patio de la higuera cuyas hojas caían amontonadas año tras año y que nadie recogía, formando un colchón muy alto en el que nos encantaba dejarnos caer desde el árbol. Del basurero al que íbamos a recoger todo tipo de objetos maravillosos: las figuritas que estaban en las botellas de licor eran nuestros preferidos. Del pozo y el naranjo en el patio de nuestra casa. Y de más amigos que quedaron en el camino: Elvira, Javi, Andrés, José Antonio, Martín, Maricarmen, ...

- Hace 27 años de mis primeros recuerdos en Paymogo, Huelva. De las casas humildes, las ropas humildes y la tele humilde. Del primer día de lluvia que recuerdo, asomado la puerta de casa cogido de la mano de mi madre. De los dibujos de naranjito. Del primer amigo: Felipe.

Todo eso, y mucho más, ronda por mi cabeza con mucha más fuerza estos días. Por eso, sobre todo hoy, me siento raro.

El tiempo pasa, con todo lo que eso significa ...

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Un post precioso. Especialmente me ha emocionado la referencia a tu padre tranquilizador... y la referencia a Sonia, a quien yo también echo mucho de menos.

Feliz cumpleaños, y un abrazo fuerte.

Chisco dijo...

Mi padre, el hombre que nunca habla ;-).

Muchas gracias por tus felicitaciones. ;-).

agnes dijo...

hola cielo... pues estoy con Kwin, se me han cargado los ojos de lagrimillas... porque todos vamos dejando cosas atrás sin quererlo...

Muchas felicidades!
un besazo

Chisco dijo...

Gracias conx ;)

Anónimo dijo...

Como no quiero cargarme el clímax emotivo, me limitaré a felicitarte nuevamente y me reservaré los chascarrillos para otro momento... Bueno no. Jodo Chisco, si estás así ahora que acabas de cumplir los 30, hablar contigo cuando tengas 60 va a ser como escucharles batallitas a una legión de abuelos :P...
Bromas a parte, de veras es un bonito post. Felicidades y que sigas acumulando pedazos de moderada felicidad.

Anónimo dijo...

Llevo un rato pensando qué decir... y
llevo un rato asumiendo que hay cosas que no se expresan con palabras.

Somos unos ceporros y unos "dejaos", y nos estamos volviendo cada vez más vagos, yo la primera. El trabajo, la "casa", la edad, la responsabilidad... a veces me hacen olvidar que las amistades son plantas que si no se cuidan se estropean, así que por mi parte (y no sé cómo demonios voy a hacerlo, pero ya se me ocurrirá algo) hago propósito de enmienda y voy a empezar a prestarle más atención a mis "plantitas".

Felicidades (atrasadas, si es que no cambio ni queriendo), Chisquito, corazón, mi hermano pequeño adoptado. Bienvenido al nuevo prefijo. Y hazme un hueco en la agenda, que tengo nueva casa y aún no has venido a verla. Te invito a café. Y a dulces. Y a un largo rato de charla. ;)

P.D: Y para los demás 'descastaos', tengo café para todos. Incluso zumos ;)

Chisco dijo...

Hola Son.

Ha pasado tiempo desde que hacíamos planes para irnos a Madrid a currar, llenos de ilusión, durante los eternos descansos en los días de estudio en los veranos, en casa de Tomás. A veces, descansábamos un poco para estudiar después de tanta tele (sliders, seaquest, xena, etc...) tanta charla y tanto pintar figuritas de warcraft, te acuerdas?

Me acuerdo, mucho más, de aquella noche en un cumpleaños en la que mis aullidos competían con los de los lobos, cuando tú y Rufo me obligásteis, en la plaza de San Jorge, a contaros qué carajo era lo que me pasaba. Y vaya si lo conté ;-)...

Me apunto a lo de los dulces, cuando quieras. O a un paseito tranquilo a última hora de la tarde. Supongo que en algún momento debe acabar esta etapa de descolocación o "sacudidas" para encontrar nuestro lugar. Entonces, espero que todo vuelva al sitio del que nunca debió moverse, para nunca más echarte de menos.

Besos.

Anónimo dijo...

"Entonces, espero que todo vuelva al sitio del que nunca debió moverse, para nunca más echarte de menos."

Sé que esta frase no era para mi... pero casi se me escapa una lagrimilla. ¿Y si el lugar que uno encuentra queda lejos del antiguo? ¿Cómo lo arreglamos entonces?
Os echo de menos. Mucho. A todos. A mí. Y al mismo tiempo estoy contenta de estar donde estoy y de ser quien soy ahora.

Chisco dijo...

Al final, se trata de encontrar nuestro sitio. A veces ese sitio está lejos físicamente, pero cuando no lo está y uno ya, dentro de un margen razonable, ha encontrado su sitio, pues eso, comienza a colocar cosas que no tuvieron por qué quedarse en el camino.

Las búsquedas más importantes se hacen en solitario...

Y bueno, intento que no me eches mucho de menos con mis "visitas relámpago" a Madrid ;-).