sábado, febrero 05, 2011

Bienvenida, Frau Merkel

Otra vez nos la van a clavar. Carta a la señora Merkel:

Estimada canciller de la no menos querida Alemania. He escuchado con toda la atención que merece la voz del amo su propuesta de ligar la subida de los salarios a los beneficios empresariales. Entiendo su obsesión con la inflación; no es para menos siendo usted la líder de un país que hace no tanto tuvo que imprimir billetes de 200 millones de marcos por una sola cara. Pero si de verdad pretende recetarnos el modelo chino a la alemana, y que la competitividad mejore a costa de recortar aún más el poder adquisitivo de los trabajadores españoles, le aconsejo que repase muy bien las grandes cifras, no vaya a ser que su genial idea salga rana.

A falta de conocer todos los datos anuales, las empresas del Ibex 35 ganaron en los nueve primeros meses de 2010, en el peor infierno de la peor crisis, un 16,7% más que en el mismo periodo de 2009. Repito: un 16,7% más de beneficios en un año en el que los salarios subieron, de media, un 1% (y la inflación, un 3%). Los beneficios de Telefónica crecieron un 65,6%. Los de Repsol, un 32,5%. Los de Inditex, un 42%. Los del BBVA –que ya ha cerrado el año– un 9,4%. Hable con los presidentes de estas empresas, señora Merkel, que usted tiene mucha mano. Hable con ellos, a ver si puede convencer al señor César Alierta, al señor Amancio Ortega o al señor Francisco González para que suban el sueldo a sus trabajadores en idénticos porcentajes.

Si esto pasa en plena crisis, ¡imagine cuando acaben las vacas flacas! Dos datos de la OCDE: entre 1995 y 2005, el salario medio real de los españoles perdió un 4% de poder adquisitivo; entre 1999 y 2006, los beneficios empresariales crecieron un 73%. ¿Entiende ahora, señora Merkel, por qué el vicepresidente de la patronal Arturo Fernández ha respondido que su propuesta es “demasiado radical” para España?


Leído en Escolar.net.

2 comentarios:

KD dijo...

Mientras las grandes empresas puedan hacer de su capa un sayo y los parámetros "macro-económicos" y la prosperidad de un país se midan por el beneficio de aquellas -y no por los millones de desempleados, los problemas para llegar a fin de mes de muchos de los que trabajan y los dramas sociales y personales-, esto no tendrá arreglo hasta que empiecen a rodar cabezas.

Cuando ves que el precio más bajo del petroleo no se traslada a los tanques de gasolina; o que esas empresas con beneficios (o en quiebra) reparten dividendos millonarios entre sus peces gordos mientras exprimen bolsillos y castran sueldos; o que las medidas de austeridad de tu gobierno son de risa (o dramáticas, según el punto de vista). Dan ganas de echarse a la calle a quemar cosas...

Lo que nos separa hoy día a los españoles de, por ejemplo, los egipcios, es que nosotros pensamos que todavía vivimos en democracia.

La putada es que encima no nos quedan más cojones que alegrarnos de la buena marcha de las empresas ibex, porque si ellas caen se nos llevarán por delante sin comerlo ni beberlo...

Chisco dijo...

Salud, amigo Kd.

Hay otra cosa que nos separa de los egipcios: nosotros (la mayoría aún, quiero creer) todavía podemos pagar nuestras facturas. Todavía conseguimos llegar a fin de mes y conseguimos alimentar a nuestras familias (aunque muchos las pasan canutas). Eso es lo que mantiene la paz social. Lo demás son zarandajas. Cuando el hambre acecha por el horizonte, y la amenaza del desahucio se torna cada vez más real, hasta el más manso es capaz de coger una escopeta y echarse al monte. Venimos de siglos de explotación y subsistencia, de siglos de vivir de rodillas y sin posibilidades apenas de conseguir un "porvenir". ¡Ojalá lo que hemos vivido en esto que llamamos "occidente" desde la segunda mitad del siglo XX no haya sido un espejismo, un "lapsus" temporal en esta historia de humillación para los trabajadores!