miércoles, noviembre 16, 2011

BCE

Banco Central Europeo. Casi seguro que son las tres palabras más repetidas en Bruselas (o en Berlín, el verdadero centro de europa, muy a pesar de Sarkozy). Entre tanto analista económico que tanto ha metido la pata en los últimos años... qué coño, yo también me atrevo a hacer mis pronósticos!

El BCE acabará por intervenir con fuerza en el mercado de bonos de Europa. Quedan pocas opciones y esa es la menos mala de las que hay. Sí, subirá la inflación, pero es eso o ... o no sé cuál sería la alternativa. Algunas pistas en The Wall Street Journal.

4 comentarios:

Gandalf dijo...

Pues yo debo decir que aqui estoy deacuerdo con los alemanes y no me parece la opción menos mala... darle a la rueda del dinero es pan para hoy hambre para mañana.

Hacer más billetes va a diluir nuestra riqueza, la de verdad, las materias primas que tenemos... sinceramente creo que es mucho mejor crear tasas para las transacciones financieras y reestructurar nuestro tejido industrial/social por traumático que sea.

Imprimir billetes nos va a llevar a pasar el trago, pero de aqui a poco tiempo estaremos de nuevo aqui... porque seamos serios, cuando la tormenta pase, no tardaremos nada en olvidarla y no cambiaremos. Si nos dan la posibilidad, volveremos a creer que somos todos ricos.

Chisco dijo...

Comprendo la preocupación alemana por la inflación, pero como ha dicho la próxima presidencia europea, Dinamarca, lo que hay que hacer ahora es resolver esta situación y después nos preocuparemos del déficit. Los "niños" se han tirado a la piscina y no saben nadar: ¿dejamos que se ahoguen o primero los sacamos y después les damos la lección (para que aprendan a nadar)? Yo creo que hay que sacarlos. O eso, o nos vamos al carajo. Entiendo que la situación es bastante urgente (ojalá no sea así, pero es la percepción que tengo).

KD dijo...

Pues que quieres que te diga. Si hubiéramos de comparar a los agentes financieros con “inocentes niños que no saben lo que hacen”, ojalá se ahogasen los muy cabrones. Porque estos sabían de sobra –y saben todavía- lo que están haciendo. Por desgracia no son sólo los agentes financieros los que están entre la espada y la pared (quizás sean los que menos). Es un tema muy peliagudo, porque todos tenemos ahorros en bancos, entidades financieras y fondos con los que nadie sabe que va a pasar (bueno, yo sí, el dinero seguirá ahí, no desaparecerá, sólo que estará en los bolsillos de unos pocos). El gran problema son los estados. Pero mientras estos quiebran, los artífices de todo este descalabro se van de rositas sin que nadie les diga nada. Esos países y la mayoría de sus ciudadanos son los grandes perjudicados. Sin embargo, muchos de ellos (países y ciudadanos) han sido imprudentes e incluso descerebrados y no hay razón para esperar un ejercicio responsable por su parte. Lo previsible es que si nos limitamos a imprimir más dinero y a arreglar "lo otro" mañana. Los billetes los volverán a coger los mismos de siempre –por acción o inacción de ciudadanos y estados-, y volverán a hacer lo mismo que están haciendo ahora. Con el handicap que apunta Gandalf: sería dinero sobre riqueza diluida, materias primas ficticias y realidades inventadas. Por lo que la siguiente vez no sólo estaríamos donde estamos ahora, estaríamos mucho peor. Primero hay que acabar con el problema, y yo iría más allá de lo que señala Gandalf: Los estados deberían buscar y castigar a los culpables (de los que se conocen nombres y apellidos), pero sin miramientos, ni medias tintas, ni paños calientes: Haciéndoles mear con embargos, sanciones o trabajos forzados si hace falta, hasta el último euro. Después, si fuera necesario, habría que detener la máquina financiera, cambiar un montón de piezas y hacer muchos ajustes. El problema es que hoy día no hay gobiernos, en nuestro laxo primer mundo, con los cojones suficientes para hacer un intervencionismo tan brutal –y si hubiera alguno, se quedaría sólo-. En fin que esto no tiene buena pinta.

Por cierto Gandalf, aunque se que es sólo una manera de hablar, siempre me gusta hacer esta matización. Nosotros –los que aquí escribimos, y corregidme si me equivoco- nunca nos hemos creído ricos. Pero es una frasecita que bien se han ocupado de grabarnos a fuego para que la soltemos casi sin pensar. Nunca he gastado más de lo que tenía y mi único
"alarde de riqueza" ha sido comprarme, con mi mujer, un piso de protección oficial por el que pago una hipoteca menor a lo que me costaría hoy día un alquiler. Tenemos coches de segunda mano y compramos los productos de "Carrefour discount". Se que no vale de nada decirlo, porque al final pagaremos las putas aunque no hayamos visto ni una teta, pero al menos me enorgullezco como un idiota de poder decirlo...

Gandalf dijo...

Acepto y comparto tu puntualización, es sólo que suelo incluírme en el grupo mayoritario porque al final auqnue no comparta su responsabilidad en nuestra situación, comparto su destino :D