martes, julio 07, 2009

De vez en cuando

... la vida nos regala momentos de paz. Cabría decir mejor que estos regalos suelen ser bastante numerosos, pero ocurre que el ruido (prisas, estrés, trabajo, preocupaciones, etc.) no nos permite percibirlos con la nitidez suficiente.

Hace un momento, a la vuelta del gimnasio, zappeando en la radio escucho un concierto de violín y orquesta que reconozco inmediatamente pero cuyo autor no identifico de inmediato. Da igual. Llego al clímax casi al instante. Un regalo, sí.



P.D.: Al final resultó ser el concierto para violín y orquesta de Beethoven.

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