lunes, octubre 14, 2019

Extremismos

Vuelvo, otra vez, huyendo del lodazal de Facebook en el que la autocensura que me aplico alcanza cotas que ningún cerebro medio sano podría aguantar. La mayoría de las veces aplico la autocensura para no caer en discusiones estúpidas con familia o amigos, discusiones que, dicho sea de paso, en el cara a cara serían mucho más racionales pero que, sin saber por qué, en facebook se convierten en navajeras. Y yo ya no estoy para sacar la navaja, nunca me gustó. De hecho, no la saco. La envaino en pos de la amistad y el amor familiar.

A cuentas del patio político patrio, observo triste cómo cada vez más el personal se enroca en su respectivo extremo e idolatra con pasión las "verdades como puños" que sueltan el Abascal o el Iglesias de turno. Observo también no pocos casos de sujetos que no muchos años atrás enarbolaban orgullosos la bandera del extremo opuesto y que, por arte de birlibirloque, se pasan ahora a la trinchera de enfrente con no menos ímpetu. Un día son víctimas del totalitarismo de derechas, perseguidos por los fascistas y al día siguiente son víctimas del totalitarismo de izquierdas. Qué dura debe ser la vida siendo un eterno perseguido, una eterna víctima. ¡Hay que ver con los conversos!

Desconozco, de verdad, el remedio para que las democracias modernas se defiendan de los iluminados que vienen a vendernos el paraíso aunque sea a costa de expulsar, reconvertir o reeducar al resto de la población que no piensa como ellos. Y que, claro está, no son españoles como debe ser. Bajando más a lo concreto, que es a lo que he venido a MI espacio, tenemos por un lado a Abascal rodeado por secuaces como Ortega Smith y compañía que le hacen el trabajo sucio. Abascal es un tipo que hasta puede caer bien en el tú a tú (¡que se lo digan a Pablo Motos!) y que tiene la habilidad de soltar soflamas que a más de uno pueden hacerle "tilín": "España para los españoles", "los extranjeros que vengan no pueden tener más derechos que los de aquí", "lo de Cataluña y el País Vasco se solucionaba suspendiendo autonomías y metiendo al personal en chirona y enviando el ejército si hace falta", etc. Bravuconadas que muchos compran sin pararse a pensar en que un Estado de Derecho, por encima de todo, es garantista y no permite hacer las cosas por las bravas ... que a mí también me dan ganas a veces pero mire usted, no se puede. Por su bien y por el mío. Detrás de esa costra de patriotismo o patrioterismo, como prefieran, se esconde un extremista totalitario que pretende acabar con la democracia y los derechos y libertades individuales de los que no son como ellos. Así de simple y así de claro. Por más que quieran blanquearlo. No lo duden.

Y luego tenemos al otro lumbreras y sus secuaces: a Pablo Iglesias. Representante de un partido con no pocos elementos defensores del estalinismo-leninismo y, por tanto, del totalitarismo más bestia. O del anarquismo y la destrucción del estado, directamente. ¡Anda! ¿Pero la izquierda no es siempre buena y defiende la libertad, la igualdad y los derechos de los trabajadores? Pues no, oiga. Resulta que existe una izquierda que quiere imponer su visión como la única lícita y verdadera, moralmente superior. Y que trata al que no piensa como ellos como un desinformado o, directamente, como un imbécil. O como un fascista. Conmigo o contra mí. Ese es el lema. Quienes me conocen saben que tiro para la izquierda, sí. Pero conmigo no va eso de que "no hay cosa más tonta que un obrero de derechas". Pues no. Conozco a muchos obreros que votan derecha a conciencia (derecha moderada) y muy bien que me parece. Y muy necesario. Yo huyo como de la peste de esta caterva de salvapatrias que consideran que, si hace falta, es lícito saltar por encima de la ley, de la constitución y de lo que sea ya que ellos tienen la fuerza moral que les exime del obligado cumplimiento de la ley que define a las democracias modernas. De ahí su tibieza con asuntos como el terrorismo etarra (los que matan son de la izquierda abertxale, o sea, de "los nuestros") o con el separatismo catalán ("votar es siempre democracia, lo que decida un parlamento es siempre democracia aunque se salte la ley ...") o con tantas otras causas que son justificables siempre que las perpetren "los suyos". Un señor, Pablo, y su partido, incapaces de respetar los símbolos e instituciones de su país como la monarquía y, no digamos ya, la bandera. Sobre la monarquía no me refiero a que no puedan defender la instauración de una tercera república en España (o una IIª república bis, que parece que es lo que quieren ...) ¡faltaría más! Me refiero a que, hoy, la forma del Estado es una monarquía parlamentaria y el mismo respeto que exigiría para un hipotético presidente de la república es el que pido para el Jefe del Estado actual, el Rey.

Y, en medio de esta vorágine, los moderados. Los que espero y deseo que sean mayoría. Los moderados que votan derecha o que votan izquierda, me da igual. Que soportamos las soflamas y bravuconadas que sueltan los de un lado y los de otro, y que estamos ya un poco hasta los cojones de que nos llamen tibios, o tontos, o imbéciles o traidores. Que vemos el peligro real de que estos representantes del pensamiento único, de la moral única y del todo único toquen poder y aglutinen aún más al personal en un de los extremos, que me da igual cual sea porque me dan el mismo miedo tanto los unos como los otros. Porque son lo mismo: totalitarismo puro y duro.

7 comentarios:

KD dijo...

¡Qué alegría amigo tenerte de vuelta!¡Y repartiendo estopa a diestro y siniestro! (nunca mejor dicho). Estoy cansado, un poco hastiado y bastante perezoso para esto del Internet activo. Tengo los blogs moribundos, el Facebook no lo uso ni pa' husmear y de las otras redes Twitter, Instagram... no sé ni como se entra (no tengo cuenta y me siento afortunado por ello)... Así que no puedo por menos que agradecerte que verbalices en forma de artículo indignado mis propios pensamientos. Me asusta lo que estoy viendo el la televisión y en la prensa estos últimos días (aunque no me sorprende porque lamentablemente lo esperaba). Tengo esa sensación rara del tipo de "habrán perdido todos la cabeza o el que está equivocado soy yo y no sé que mierdas estoy haciendo que no salgo por ahí a apalear gente y quemar cosas porque las cosas no son como yo quiero..."

Chisco dijo...

Saludos, KD.

Pues sí. Sorprende semejante desmadre en un país como España. Sabes que practico el placer de viajar y después de haber recorrido medio mundo, puedo asegurar que en calidad democrática, de derechos, de vida, pocos lugares he visto como España. Por supuesto, con nuestros problemas, como la corrupción. Pero resulta que la justicia los condena (podemos discutir si tarde o con benevolencia, pero los condena): ministros, consejeros y presidentes de comunicades autónomas han pasado por la cárcel y continúan en ella, tan mal no funcionará el sistema... ¡coño, si hasta hemos enchironado al yerno del Rey! No puedo con los que están siempre poniendo en duda la calidad democrática de España o, directamente, con quienes la tildan de "Estado fascista". Poca historia conocen y pocos sitios han visitado. Pánico me da el Estado alternativo que quieren construir ellos, impartiendo la democracia que dicta sus cojones que resulta que están bastante mejor preparados que los jueces del Tribunal Supremo, por ejemplo. Ya lo de Cataluña es que me exaspera, y no sólo por los iluminados de allí, que también, sino por la izquierda que de forma asquerosamente vergonzosa les hace el juego a nivel nacional. Iglesias continua diciendo que los presos son "presos políticos" y no pocos de sus seguidores argumentan que están en la cárcel "sólo por votar". Pues no. Están en la cárcel "sólo" por quebrantar el Estatuto de Autonomía de Cataluña, la Constitución Española y unas cuántas leyes más y por malversar dinero público. Artur Mas organizó otro referéndum no me acuerdo cuándo y a éste no se le enchironó porque "sólo" malversó fondos públicos (está condenado). Moraleja: el hecho, la tozudísima realidad es que "sólo" por organizar un referéndum y salir a votar no se mete en la cárcel a nadie (ejemplo: Artur Mas). Ahora, si te pasas unas cuantas leyes por el forro con la excusa del referéndum, pues igual sí, igual vas a la cárcel.

Abrazos.

KD dijo...

Da igual las veces que repitamos lo de la calidad y el garantismo de la democracia y la justicia españolas. Ellos están enrocados en un discurso que "su" mayoría catalana ni cuestiona y a estas alturas tiene difícil arreglo. Recientemente he leído una colección de artículos el el país "Referéndum de Cataluña 1-O·CÓMO HEMOS LLEGADO A ESTO". Si no los has leído te los recomiendo ( este es el primero y desde él se enlaza a los demás). Por eso te digo que todo este asunto tiene una solución muy complicada.

Chisco dijo...

Si, conozco los artículos. Como dices, dificilísima solución. Difícil sacarles de esa idea de posesión de una región que nos pertenece a todos (lo de la soberanía nacional se lo pasan por el forro) y terrorífico el uso que hacen de términos como "democracia" y "libertad". Una pena. Pero debemos defender, sin claudicar, nuestro estado de derecho.

Chisco dijo...

Échale un vistazo a éste: https://blogs.elconfidencial.com/sociedad/espana-is-not-spain/2019-10-23/por-que-deje-estar-favor-referendum-cataluna_2295547/?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=ECDiarioManual

KD dijo...

Brillante y muy esclarecedor. Hay personas que tienen una capacidad tremenda para sintetizar y verbalizar sus razones (que deben ser las de muchos). No son pocas las veces que me gustaría poder compartir un link como este en una conversación de bar cuando alguien utilizar de forma demasiado a la ligera palabras como democracia, derecho a votar, libertad de expresión... Nos ahorraría muchos esfuerzos a los que tenemos más dificultades dando explicaciones convincentes... Bastaría con un simple "lee un poco ignorante y si esto no te convence hablemos del tiempo porque quiero ahorrarme el esfuerzo de discutir contigo..." :DDD

Chisco dijo...

Amigo KD, lo peor es que la ley de un Estado democrático no les convence, porque en su superioridad moral ellos tienen derecho a pasar por encima de esta ley. No hay cosa más arbitraria y peligrosa que ésta, pues la Ley es lo más sagrado en un estado democrático y que defiende los Derechos Humanos, como en España. La Ley nos protege de los iluminados y los totalitarios.