miércoles, agosto 02, 2006

¡Gracias, Jefe!

Los que más me conocen, saben de mi duro trayecto en el trabajo hasta llegar a la situación en la que me encuentro actualmente. Cuando llegué a "la cope", me encontré con un tipo bajito, con cara de pocos amigos y un carácter tal que haría temblar al mismísimo Fernán Gómez.

El primer año, yo vivía con él en la Cooperativa. Jornadas semi-esclavistas de más de 10 horas, pensando al 100% en cada minuto de esas horas y, lo que es peor, aguantando las broncas, desvaríos y, a veces, malas formas de mi jefe.

Conozco mis defectos (muchos, de verdad). Y también mis virtudes. La paciencia, la calma, el saber esperar, es una de ellas. Pacientemente, con mi caracter calmado (exteriormente), expresando con mis emociones cómo me sentía ante esta situación, mi jefe comenzó a conocerme y a "aflojar la cuerda". Comenzamos a hablar, mucho, prácticamente todos los días. Conversaciones agotadoras, porque hablar con José, mi jefe, requiere tener la mente abierta y dispuesta, estar preparado para los miles de porqués que te planteará. José, más que "mandar", te hace entrar en el circuito del porqué, del "llegar hasta el final de las cosas", de estar planteándote continuamente si algo puede ser mejorado. José te hace entrar en el "mundo del valor", y te saca de la rutina. La rutina ha muerto, el hombre es un ser pensante.

Tengo muchas cosas que agradecerle. La primera, que haya confiado en mí desde el primer día, que me haya dado la oportunidad de desarrollar mi carrera en la tierra que más quiero. Que me haya abierto las puertas del mundo para, desde Cáceres, salir y conocer todo lo que se cocía allí fuera. Que me haya hecho creer, firmemente, que no soy "solamente" un informático.

Él me dice que le he ayudado a ser mejor persona, que equilibro su parte "mala", que he sido un revulsivo en su vida.

Ahora, en el mejor momento de "la cope", con un equipo formado y autónomo, decide dejarnos. Por pura coherencia, ha decidido dejarnos. No tiene trabajo, pero sí tiene miles de ideas. Sinceramente, le deseo toda la suerte del mundo. ¡SUERTE!

Y muchas gracias por todo.

1 comentario:

Eneko Alonso dijo...

Vaya... que pena. Es una lástima cuando se marcha un buen compañero de trabajo.

No obstante, te felicito por la suerte y el afán de conseguir tan buena relación con tu jefe :)

Un saludo!