miércoles, julio 13, 2011

"La culpa es del gobierno"

Los centenares de miles de españoles que pidieron créditos por encima de sus posibilidades no tienen la culpa de nada (ellos SÍ vivieron por encima de sus posibilidades). Las decenas de miles de empresas que pidieron créditos para construir casas que no valían lo que pedían por ellas, tampoco tienen la culpa de nada. Los bancos que prestaron este dinero, a los que se les hizo la boca agua pensando en los intereses, tampoco tienen la culpa de nada. El Estado, que hasta ese momento (2008) presentaba superávit en sus cuentas desde hace algunos años, es el culpable. Otro mantra de los mercados: los Estados son los culpables (los únicos culpables).

Está claro cuál es la parte de culpa del gobierno: dejar hacer y mirar para otro lado (si hubiera hecho, quizás lo habrían llamado intervencionismo...), lo cual no es poco. ¿Pero y la de éstos (particulares y empresas), que son los responsables de haber puesto al Estado de rodillas, al borde de la bancarrota, al haberse visto éste (por su propia negligencia) "obligado" a tapar los agujeros de la banca con dinero público? No doy crédito, por más que lo intento, no doy crédito y no entiendo la poca memoria y la poca vergüenza de mucha gente. Hace años (muchos años, económicamente hablando), alrededor de 10 años, los que no participábamos en la estafa del siglo (el timo inmobiliario), bien por una cuestión de edad, bien por convicciones, o por lo que fuera, ya empezábamos a hablar de BURBUJA INMOBILIARIA. Ya empezábamos a hablar de que esto de que todo el mundo se hiciera rico sin dar palo al agua, especulando con la vivienda, no traería nada bueno. Decíamos además que no era justo para nosotros, que estábamos fuera de mercado, que no podíamos acceder a ese bien básico. Y la respuesta era que arreáramos, que nos buscáramos las habichuelas como pudiéramos, que así había sido toda la vida. Pero esta vez era diferente. Cualquiera con dos dedos de frente, cualquiera que se parara a pensar un poco en ese momento, se daba cuenta de que esa vez era diferente. Que los sueldos estaban congelados y que las casas subían un 10-20% anual. Que no era normal que en ciudades como Cáceres un piso en las afueras costara 35 kilos. Que no era normal que un piso que en el 98 había costado 12 kilos se vendiera en el 2003 por 36. Que iba a llegar un punto en que hubiera más pisos vacíos que gente dispuesta a comprarlos. Que se acabó con una industria prometedora (la inmobiliaria) por sobreproducción y sobreexplotación.

Ahora TODO EL MUNDO había visto venir la burbuja inmobiliaria. Hasta el mayor de los negacionistas, ese que decía que todo en la vida costaba esfuerzo, y que los jóvenes vivíamos demasiado bien y que no sabíamos sacrificarnos para comprar una vivienda como se había hecho toda la vida, hasta ése tipo de hipócritas dicen ahora que ellos también lo vieron venir. No importaban los datos, por más sencillos y contundentes que fueran. Son éstos oportunistas los que arruinan un país, lo tengo claro. Millones como éstos. Estamos viviendo los años de la infamia. Años en los que los mayores responsable de la crisis se preocupan de repartir las responsabilidades por todas partes (especialmente en el eterno culpable: el Estado y el gobierno), excepto sobre ellos mismos. Que exigen sacrificios a los demás pero jamás a ellos mismos. Que señalan, cobardemente, a otros ... jamás a ellos mismos. Ardo por dentro cada vez que veo a alguien quejarse de la situación, habiendo sido uno de los culpables. Todos conocemos a personas así, "ligeras de memoria". Cuento con multitud de ejemplos cercanos, entre conocidos e, incluso, en la familia. Pero soy más educado y tengo más vergüenza que ellos, a pesar de que me muero de ganas por decir cosas como: "fulanita, ¿cuánto te costó la vivienda de protección oficial que ahora pretendes vender, según tú, por no menos de 40 kilos?¿8 kilos? ¿Y no se te cae la cara de vergüenza?". Este tipo de gente está totalmente desautorizada para quejarse. Y ahora se acuerdan de que hay demasiados jubilados, o de que no se puede pagar tanto a los parados, o de que los funcionarios cobran mucho ... Con actitudes como ésta, a uno a veces se le agota la esperanza de que alguna vez este país cainita tire para adelante de verdad. Se me agota la esperanza de que de una vez por todas a la gente que se ha preocupado de verdad por su futuro, formándose (recuerdo que en España la educación es prácticamente gratuita, incluso la universitaria), esforzándose, que no hacía ascos a "sueldos de mierda" que quizás otro sin formación hubiera rechazado y que aceptábamos simplemente por ganar prestigio, o por seguir aprendiendo (mi primer sueldo en Madrid fue de 800 €; en Extremadura, de 600 €) sea valorada de la forma que se merece. Entiendo, cada vez más el éxodo de este tipo de personas a otros países. Incluso yo mismo me lo planteo.

En las malas épocas, sale a la superficie lo mejor y lo peor de cada sociedad. De momento, estamos viendo más de lo peor ...

2 comentarios:

KD dijo...

Más vueltas sobre lo mismo Chisco. No diré nada, porque comparto tu indignación y tus opiniones. Releo con frecuencia mis antiguas entradas sobre el tema, las tuyas también. Entradas de hace ya unos cuantos años. Las releo para no olvidarme de que teníamos razón. Aunque a sabiendas de que esa certeza parece completamente estéril.

Chisco dijo...

Amigo Kd,

para eso es este blog. Para que nada se olvide. Y está demostrado que la gente cuenta con una mala memoria de espanto.

Sufrimos las primeras consecuencias de la burbuja, a pesar de que luchamos contra ellas con nuestros escasos medios disponibles. Tu familia las sufrió más que yo, pues en aquella época, ya con el proyecto de tener hijos, comenzásteis a buscar un hogar acorde con vuestras posibilidades. Posibilidades que la maldita burbuja había reducido bastante. Pero al final lo conseguísteis.

Ahora, como empleados públicos, nos toca volver a pagar la factura de un problema que ni tú ni yo creamos. Está claro que la culpa es del empleado público, que no deja que el Estado gaste el dinero en mejores cosas, como por ejemplo tapar las meteduras de pata de los españolitos (particulares y empresarios/banqueros) que crearon la burbuja. Algo que debería ser visto más como un acto de solidaridad (aporto una parte de mi nómina para que esto no se vaya a la mierda definitivamente), se ve como un acto de castigo que, dicho sea de paso, la mayoría considera aún insuficiente (mejor que paguen otros la fiesta, ¿verdad?). En este país, seguimos siendo los especialistas del arte del escaqueo. Y mientras tanto, ya nos hemos llevado 2 hostias por un problema que identificamos perfectamente a tiempo y que tratamos de solucionar aportando nuestros granitos de arena; mientras otros, perfectamente identificables e identificados, que literalmente se llenaron los bolsillos durante la burbuja, son los que ahora nos piden sacrificios a los demás, cuando el mayor sacrificio deberían realizarlo ellos. No todos tenemos la misma responsabilidad. No todos tenemos la misma "culpa". Es más, yo no tengo ninguna culpa, ni tú, ni muchos de los que conozco, así es que a ver si nos dejan en paz de una vez.

Estamos en una situación de emergencia, ¿no? Entonces, señor especulador (mi vecino del quinto, por ejemplo), ¿por qué no aporta usted un 20 % de la plusvalía que obtuvo al vender su piso de VPO comprado en el período 96 - 2000 por el triple de lo que le costó en el período 2000- 2004? Ah, no, que eso lo ganó usted porque era muy listo y porque supo ver la oportunidad. Y ahora, como los demás fuimos muy tontos y no supimos ver la oportunidad, nos toca pagar la factura, como si fuera otra hipoteca, con nuestras nóminas mientras usted dice que qué bien habíamos vivido...

En fin, que estoy, cada día que pasa, más cabreado. Más indignado. No sé si se me nota. ;-)