miércoles, agosto 30, 2006

Sueño

Cuando estoy despierto, cosa que ocurre el menor número de horas que me sea posible, suelo ser un tipo bastante activo. Con esta introducción, cualquiera diría que soy un perro, pero no es así. La verdad es que lo intento a conciencia, pero mis obligaciones laborales/sociales/personales me lo impiden: hay que dedicarle tiempo al curro, a los amigos/familia y a uno mismo, con lo que lo que resta para dormir es más bien poco.

En verano tengo más sueño, mucho más, que en invierno. No sé por qué, el caso es que es algo que está muy mal visto, cuando debería ser considerado una necesidad primaria más. Lo digo en serio. Totalmente en serio. Igual que uno necesita ir a mear una, dos, o ninguna vez en la mañana y se le respeta el acto de ir a servicio a miccionar ... ¿por qué no se permite dar una cabezadita de vez en cuando? Que sí, ya sé que aquí se viene a trabajar. Sabe Dios que cumplo con mis obligaciones a conciencia, a veces relegando mi salud física y mental a un segundo plano. Se me elogia por estas mis virtudes, y lo de mis ganas de dormir es algo que tengo que ocultar como Günter Grass ocultó su afiliación a las SS.

Puestos a ser realistas, vale, acepto que uno no pueda dormir siquiera 5 minutos en el trabajo. Pero los amigos, por favor, que me respeten. Cuando salgo de copas por ahí, si llegan las 2, 3 o 4 de la mañana y me apetece ir a dormir (como una persona decente), pues me voy y ya está. Hasta los webs estoy de alargar las despedidas media hora y hasta los webs estoy de que me digan andavengaquédate. Adiós es adiós. Y punto. Me solidarizo con mi compañera de sueños La Mujer Tirita y le propongo que formemos una asociación, grupúsculo o lo que sea para defender la causa (me pido el primer turno pa dormir).

Bueno, os dejo, que tengo que dorm...trabajar.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo contigo. 100%. Odio que intenten retenerme cuando me caigo de sueño. Si no me apetece, no me apetece, joder!!
Ya casi no me pasa... de la mala leche que he ido gastando todos estos años, mis amigos saben cuándo dejar de tocarme las narices (por suerte).

Anónimo dijo...

chis... aplicate el cuento cuando te diga que me voy pa casa :D

si ej que, en el fondo, a todos nos pasa lo mismo ;)

Chisco dijo...

En verdad sabes que yo no soy de los que insisten. ;-)

Anónimo dijo...

... de los que no insisten más de una hora... ^^

Chisco dijo...

Anda, exagerá, que eres una exagerá. De navalmoral tenías que ser. :P

Anónimo dijo...

El truco está en hacerse el dormido encima de la barra, tras las primeras carcajadas, si es que aguantas, te piden el taxi y todo...
Ah no, que ahí no hace falta!