
A cinco minutos, Aya Sofía (Santa Sofía), verdadera joya de la arquitectura y el arte bizantinos. Como un reflejo de ésta, a tiro de piedra queda la Mezquita Azul, que tomó a su hermana mayor Sofía como modelo.


En Estambul, como en todas las ciudades que identificamos como "oriente", las calles huelen: a especias, a dulces, a kebab y, por supuesto, aquí también huele a mar. Después de 3 días empapándonos en la bulliciosa ciudad, partimos hacia Capadocia.
A mitad de camino aproximadamente, nos topamos con el Lago Tuz. Tuvimos la gran suerte de llegar en la mejor hora del día: el atardecer. En el lago Tuz, todos parecen caminar sobre las aguas (en realidad lo hacen sobre una fina capa de sal).

Göreme, nuestro destino, está a unas 8 horas de Estambul. Turquía es verdaderamente grande, pues la Capadocia ocupa la zona central del país. En esta región, el hombre aprovechaba las cavidades naturales, perfeccionándolas para realizar sus construcciones (hogares, iglesias, etc.).

